Comenzamos horneando tres bizcochos de chocolate. Esta vez el sabor elegido para el relleno era de albaricoque. Lo que hicimos fue añadir a la buttercream, la confitura de albaricoque casera elabora hace escasamente un mes.
Con los restos de bizcocho que sobraba se le añadían detalles al barco para darle mas realismo.
A partir de aquí, comenzaba el trabajo de forrar la tarta con fondant.
Una vez forrado el barco, ya solo quedaba colocarle el pescador y por supuesto una buena presa.
Y aquí tenéis el resultado final. Una tarta divertida y muy rica. De las que gusta hacer y comer....
¡¡¡Felicidades José María!!!