Empezamos el año con un encargo de los que gusta hacer. Una tarta de Boda es siempre una gran responsabilidad, ya que un día como ese no se puede tener ningún fallo.
Nuestra amiga Nuria se casaba y quería que nosotros fuéramos los encargados de hacerle su tarta de boda. (Todo un honor para nosotros). Una tarta que debía ser de hojaldre, rellena de crema y recubierta de chocolate.
Como la boda era muy intima y apenas llegaban los invitados a 20, se nos ocurrió realizar una minitarta para cada invitado y una tarta un poco mas grandecita para los novios. Un corazón dividido por un bonito ramo de flores. Las flores por supuesto tenían que ser también de chocolate. En este caso unas calas.
Para que todo estuviera conjuntado, las minitartas de los invitados también llevaban una pequeña cala coronando el postre.
Y para el hijo de los novios, que es un gran autentico grumete, le realizamos una minitarta personalizada con la cara de un pirata.
Como dato de interés, os podemos decir que la tarta llevaba mas de 20 tabletas de chocolate...
Esperemos que todos hayan quedado contentos con nuestro trabajo.
Que sigáis siendo tan felices como lo habéis sido hasta ahora.